Cortinas Bandalux para habitación de estudio
2023-09-04
Con la llegada de septiembre y el inicio del curso escolar, el estudio vuelve a ocupar un lugar importante en el día a día de los estudiantes.
Es momento de volver a centrarse y asegurarse de que nuestros hijos -o nosotros mismos- contamos con un espacio de estudio adecuado en casa.
El rincón de aprendizaje influye -y mucho- en la motivación y el resultado de los exámenes. Porque, aunque la dedicación, la técnica y la capacidad individual esconden las claves más importantes, el espacio o la habitación de estudio tiene un gran peso en la concentración y en la productividad.
Desde la luz natural que entra en la estancia hasta la posición de la mesa, la temperatura, la confortabilidad o el uso correcto de los aparatos electrónicos.
Toca pasar lista a la estancia que actualmente se destina al estudio en casa y comprobar si este espacio actúa como amigo o enemigo del rendimiento escolar.
Cortinas para crear una zona de estudio en casa
La luz natural es la mejor opción para estudiar y para trabajar. Entre otras cosas, porque reduce la fatiga visual y mejora la productividad.
En este sentido, las cortinas desempeñan un papel fundamental en la gestión de la iluminación, difuminando la luz cuando es muy intensa para evitar el deslumbramiento y forzar la vista. Esto a su vez refuerza el esfuerzo en la lectura, elimina despistes y potencia una mayor concentración.
Las cortinas de colores claros y neutros (blancos, grises, arena, marfil…) son las mejores aliadas en las zonas de estudio, ya que contribuyen a generar un ambiente más tranquilo y óptimo para la reflexión de conceptos.
En el caso de recibir luz de forma muy directa, una opción muy apropiada es decantarse por una cortina con tejidos Polyscreen® con un 1% o un 3% de apertura. En caso contrario, con poca iluminación, es mejor recurrir a visillos vaporosos o a una apertura de 10°o 14°.
En estas habitaciones de estudio o despachos, destaca principalmente el uso de cortinas clásicas, estores enrollables y cortinas venecianas Bandalux, que resultan muy útiles para evitar reflejos en la pantalla del ordenador y deslumbramientos en el papel.
Más tips para aprovechar la luz natural al máximo son:
- Escritorio: la luz debe entrar desde uno de los lados de la mesa para evitar la presencia de sombras incómodas durante el estudio
- Espejos: este accesorio enfrentado a la ventana contribuye a maximizar el alcance de la luz natural
- Paredes blancas: estos tonos son los más recomendables ya que los colores oscuros absorben la luz
No obstante, una buena iluminación artificial también es importante cuando, además, se estudia de noche. En este caso, es aconsejable recurrir al uso de una lámpara central y colocar un flexo en la mesa.
Las bombillas deben ser de luz nítida, puesto que la iluminación anaranjada fatiga y disminuye el nivel de concentración.
Luz y temperaturas adecuadas para el estudio
Además de la gestión adecuada de la luz natural, hay otros factores claves que contribuyen a lograr un ambiente más propicio para el estudio.
Entre los imprescindibles, contar con un espacio confortable. En este sentido, lo ideal es tener una habitación específica para estudiar, pero, si no es posible, es fundamental elegir un rincón de la casa bien delimitado y que la mente asocie únicamente para esta tarea.
Mantener una temperatura adecuada para estudiar (entre 19 y 22 grados) es también esencial. Ayuda a estar más cómodo y, en consecuencia, a concentrarse mejor y a rendir más.
En cuanto al mobiliario, la presencia de muchos muebles puede ser contraproducente, ya que puede favorecer las distracciones. Normalmente, bastará con un escritorio, una silla ergonómica y estanterías o cajoneras para el material de estudio.
Tan importante como que la habitación incorpore lo justo es la limpieza y el orden. Cualquier cosa que necesitemos, debe poder encontrarse al instante, sin perder ni un segundo rebuscando entre papeles o cajones. Una mesa desordenada puede producir estrés.
Del mismo modo, demasiados objetos en la habitación de estudiar pueden desconcentrar al estudiante. Esto no significa que esta estancia debe quedar vacía de accesorios, sino que aquellos elementos presentes deben estarlo bien por ser necesarios para estudiar, bien por ser fuente de inspiración y comodidad (cuadros con frases motivadoras, fotos de familia, plantas… ).
Un reloj o un temporizador para marcarnos límites temporales y evitar el agotamiento es de gran ayuda en estos espacios. Es importante guardar cualquier dispositivo electrónico que no se use para estudiar, ya que estos elementos son verdaderos ladrones del tiempo.
Por último, no hay que olvidar que las pausas durante la sesión de estudio son fundamentales para recargar pilas y mantener el estrés a raya. Se puede, por ejemplo, parar para hacer algo de ejercicio físico, practicar mindfulness, escuchar un poco de música, llamar a un amigo, leer ocio para desconectar, salir al balcón, dar una vuelta a la manzana, etc. Todo aquello que nos haga desconectar por un breve tiempo y nos permita retomar la actividad con más ganas.
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